En un emotivo discurso, Sandra Sabach, secretaria de desarrollo humano local, reflexionó sobre las profundas desigualdades y violencias que enfrentan las mujeres, resaltando la necesidad urgente de acción comunitaria y justicia.
“Reconozco que el mundo sigue siendo muy injusto y machista”, afirmó, compartiendo su experiencia personal tras el asesinato de una amiga en 1998.
Su testimonio, cargado de dolor, destacó cómo el sistema muchas veces revictimiza a las mujeres que buscan justicia. «Vi cómo se las pone en el lugar de victimarias. A mí nadie me lo cuenta», señaló con firmeza.
El encuentro también subrayó la importancia de espacios como el «Punto Violeta» y el equipo de género local, que trabajan para visibilizar y apoyar a las mujeres en situación de violencia. “Lo primero es no callarnos, incluso cuando nos incomoda”, agregó, haciendo un llamado a la comunidad a mantener vivo el diálogo y a no limitar las acciones al 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Un compromiso colectivo
Remarcó la urgencia de continuar reuniéndose y fortaleciendo redes de apoyo: “Acá también nos están matando, acá también nos violentan. Pero las puertas están abiertas y estamos construyendo”. Su mensaje cerró con un llamado a la acción para seguir trabajando por la igualdad y erradicar la violencia de género, empezando desde lo local.
Este acto en Gálvez refuerza la importancia de la lucha constante y organizada contra las injusticias que afectan a las mujeres, dejando claro que el compromiso debe ser de todos.
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