La CHCB fue el lugar elegido nuevamente para la apertura de sesiones del Honorable Concejo Municipal, dónde luego de entonar las estrofas del Himno Nacional Argentino, El Presidente Martín Luna invitó a escuchar las palabras de apertura del Intendente, presentes en el lugar, los concejales de los distintos bloques, el cuerpo del Ejecutivo Local, el Senador Leonardo Diana , distintas instituciones de la ciudad, además el se pidió a todo el personal de salud presente que se pusieran de pie, para reconocer su labor en pandemia con un caluroso aplauso, al igual que a los ex combatientes de Malvinas .-
Parte del discurso :
«Un año más que asisto, con orgullo
democrático, a dejar inaugurado el período de Sesiones Ordinarias de
este Honorable Concejo Municipal, y como ha ocurrido en cada una de
las anteriores oportunidades, vengo, a este acto, con las esperanzas
renovadas de encontrar en este espacio de representatividad territorial y
pluralidad de voces e ideas, el punto de encuentro que nos permita
generar los acuerdos necesarios, para poder avanzar en las políticas
públicas que, desde nuestra gestión, impulsamos con el objetivo de
seguir transformando nuestra querida ciudad en un polo de desarrollo
económico, productivo, educativo, cultural, social y recreativo.
Sabemos, que liderar esas políticas, es nuestra responsabilidad, pero
también, estamos convencidos de que no hay mejor fórmula para que
esas ideas lleguen a buen puerto, que a través de la búsqueda
permanente de acuerdos y consensos públicos-públicos y públicos-privados.
Y es allí, Sres. y Sra. Concejales, donde cada uno y una de ustedes
cumplen un rol preponderante, un rol, que va más allá de lo que
meramente es la función de contralor de los actos de gobierno. Cada
Concejal tiene en sus manos la potestad y la responsabilidad que les dio
el pueblo a través del voto, para trabajar en pos de esos consensos,
acompañando nuestras políticas si están de acuerdo, aportando ideas
para enriquecer y mejorar nuestras iniciativas, o planteando proyectos
de gestión superadores en caso de no coincidir. Si eso no ocurre y caemos
en la práctica de la oposición por oposición misma, seguiremos
profundizando la apatía y el desencanto que gran parte de la sociedad
hoy tiene sobre la política y la función pública.
Podemos tener diferentes puntos de vista e ideologías, pero nada de ello
puede anteponerse al desarrollo de la comunidad en su conjunto. Cuando
las diferencias políticas y/o partidarias representan un freno al
crecimiento de los pueblos, es cuando el funcionario no supo o no quiso
entender que la política es una ciencia que debe estar al servicio del bien
común y no de sus intereses particulares o sectoriales.»
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