Así expresa el comunicado del bloque Socialista integrado por Boero_Colussi:
«Queremos que se trate y apruebe esta propuesta que ofrece solución a un problema de larga data en la ciudad y abre la posibilidad de planificar el desarrollo urbano. Nuestro proyecto propone un sistema de compensación en el que todos se benefician.
¿En qué consiste el sistema de compensación? Para que una parcela rural se transforme en lote urbano requiere de una ordenanza. Con ese simple acto, el Concejo aumenta el valor de la tierra privada 40 veces. Una manzana urbanizada contiene unos 40 lotes. Comprar la tierra a valor rural y hacer las mejoras previstas (cloacas, agua, tendido eléctrico y luz, cordón cuneta, ripiado y arbolado) es el equivalente a 10 lotes, los 30 restantes son ganancia para el inversor.
No nos molesta que el inversor tenga su ganancia, pero para que el nuevo barrio pueda ser habitable, generalmente el municipio debe hacer obras complementarias que pagamos todos, afectando presupuesto que ya no tendrá para otras obras. Por ejemplo, con los fondos presupuestados para entubar el canal Bolugne Sur Mer ($69.000.000), podrían hacerse más de 100 cuadras de cordón cuneta y ripiado.
Es por eso que proponemos un acuerdo público – privado donde se planifiquen las obras necesarias para que el barrio tenga conexión vial, no se inunde, agregue espacios verdes al ejido urbano y, a cambio, el inversor compense a la ciudad con lotes que se administrarán desde el banco de tierras municipal para ser vendidos a plazos accesibles, sin perder rentabilidad.
Esto ya se realizó anteriormente. En 2017 se aprobó una ordenanza (Nº 4360) para el área de trasporte de carga, que obliga al inversor a realizar las mismas obras de infraestructura que nosotros proponemos para el área urbana, exigiendo en concepto de compensación el 20% de la superficie total en favor del Municipio. Entonces, ¿por qué, en el momento que se abre una posibilidad de progreso para la ciudad, con una cantidad importante de loteos propuestos, se insiste en mantener las reglas fijadas en 1987?
¿Por qué obras que demandan alta inversión de fondos públicos y tienen tanto impacto en la calidad de vida, no se discuten con el conjunto de los galvenses? ¿Con qué criterio se decide dónde hacer las obras? ¿Qué pasa con los sectores que aún no cuentan con servicios básicos y siguen postergados? ¿Cuál es el aporte a la ciudad de los loteadores que se ven beneficiados con estas obras?
Este sistema está vigente en ciudades como Rafaela, Santa Fe, Esperanza, Funes, Roldan, Arroyo Seco, Villa Gobernador Gálvez y Rosario (desde 1997). Todas demuestran que la articulación público-privada les permite desarrollarse de manera planificada y siguen siendo destino de inversiones. Cuanto más bella es la ciudad, será más atractiva como lugar para vivir y se activará la construcción, el comercio, los servicios y la vida cultural. Cuanto más planificada, tendrá menos problemas y su administración será más eficiente.
Esperamos que la discusión de sus frutos y pronto el HCM vote y apruebe esta iniciativa.»
Comentarios sobre esta publicación