El próximo domingo 13 de noviembre se disputará una nueva edición de la Maratón Acuática Internacional Santa Fe-Coronda, que se realiza luego de tres años de no poder llevarse a cabo por diversas razones. La expectativa por el retorno de la prueba de aguas abiertas más linda del mundo es mucha, y los nadadores comienzan a prepararse, a estudiar la altura del río, y concentrarse en lo que será una prueba muy dura.
«El río está planchado, no corre. Hay lugares en donde antes era sitios en lo que más corría el río, pero ahora eso no se está dando», fue la primera frase que soltó Aquiles Balaudo. Este talentoso nadador oriundo de la ciudad de Gálvez, que debutó en la Santa Fe-Coronda de 2014 con 19 años, y que en la última desarrollada en 2018, culminó finalmente cuarto por el corrimiento de la descalificación de Bértola.
El representante de CECI de Gálvez realizó un entrenamiento uniendo Santa Fe con Coronda, después de haberlo hecho por última vez hace 4 años. Fueron más de nueve horas de nado para alrededor de 45 kilómetros de recorrido, reduciendo los 57 originales por causa del bajo nivel del río.
El entrenamiento que realizó esta semana contó con el habitual apoyo de su papá Claudio, clave en su carrera deportiva.
El agua fría en 18° y poquísima corriente, fue lo que hizo que realmente sea una travesía y una apuesta a prueba para su cuerpo. «Quiero agradecer a los que me dieron una mano en el bote, a mi papá, a Ignacio Risso, Nicolás Solís, y a Head que me brindó el neopreno, logrando superar ampliamente mis 6 horas 45 minutos de nado continuo».
Las sensaciones tras un entrenamiento muy exigente
«Llevo casi un año entrenando sin pensar en la Santa Fe-Coronda, que surgió hace unos meses cuando se dio la posibilidad de volver a organizarla. Estoy en condiciones de poder correrla, porque el cuerpo está en buenas condiciones. El nivel que puedo llegar a tener no es incierto, porque pasó mucho tiempo, y la recuperación de lo que fue la cirugía del hombro izquierdo a sido muy buena. No se cuál será todo eso que pasó, más la pandemia, en el rendimiento final», comenzó señalando Aquiles Balaudo a UNO Santa Fe.
El talentoso nadador oriundo de Gálvez explicó que «los tiempos en la pileta están saliendo, no son los mismos que antes, pero hay diferencias en otras cuestiones de mi organismo que están respondiendo mucho mejor que antes que estaba mucho más entrenado. Con lo cual las expectativas que tenemos, es principalmente, volver a las competencias de este nivel, y poder estar en la Santa Fe-Coronda. Si me preguntaban antes seis o siete meses atrás, ya estaba prácticamente a punto de retirarme, y ahora estamos a un mes de la competencia, recuperándome de un entrenamiento para la Santa Fe-Coronda. Hay que ver cómo se va dando todo a medida que pasa el tiempo».
Pulgar para arriba para el nadador de Ceci de Gálvez, ya que logró unir Santa Fe con Coronda, luego de la cirugía del hombro izquierdo.
«La idea principal del entrenamiento del maratón fue poner a prueba el cuerpo, para ver qué pasaba con las sensaciones, con mi resistencia, con mi hombro probado, y si me llegaba a molestar el hombro, cosa que hasta ese momento no lo había puesto a prueba, me iba a dar de baja de la carrera. No tenía sentido arriesgar la salud, incluso no poder terminar la competencia. En una época corrí veintidós carreras con dolores en el hombro, pero ahora no era conveniente si pasaba de dolerme o molestarme», aseguró el representante de CECI de Gálvez.
A cerca de las condiciones del río en las que tuvo que nadar más de 40 kilómetros indicó que «el río está muy bajo, muy lento, en situaciones de nado normal recorriendo la zona de Sauce Viejo, que era el lugar donde más corría el río, donde se sentía que más fuerte iba, en situación normal estamos hablando de nadar entre ocho y diez kilómetros por hora, aproximadamente, y ahora tres o cuatro por hora, que casi me largo a llorar, porque no avanzaba nunca».
Será una carrera muy dura por la baja altura del río
En el mismo sentido agregó que «iban tres horas y el cálculo era que iba a nadar diez horas. Hubo momentos en que el río debería haber corrido un poco, y no pasaba nada. En otros lugares, ya más llegando a Coronda, se acomoda un poco, corre un poco más, pero nada que ver cómo era antes, pero ya te da una velocidad donde el cuerpo se recupera un poco, y les da un respiro a los brazos. Pero fueron nueve horas de empujar, casi como nadar en un lago, o en el mar hay cierta corriente, pero es ínfima».
La última edición de la Maratón Santa Fe-Coronda en la que participó fue en la de 2018, donde finalmente quedó en la cuarta posición.
Con este antecedente de haberse tirado a nadar el trayecto hasta la costanera corondina no dudó en afirmar que «la carrera va a ser muy dura, muy larga, ni hablar si se llega a poder pasar por Santo Tomé, o si le buscan la opción de que se llegue a la ciudad, se va a dar una carrera interminable. Calculo que, sino sube el río, y se pasa por Santo Tomé, puede llegar a ser una carrera de entre 10 y 11 horas de duración, para este momento sería un disparate, en otras épocas se hizo, pero con otro tipo de alimentación, el esfuerzo era el mismo, pero en la actualidad va a ser muy duro, porque la prueba se pone muy áspera, y las intensidades son muy altas para el cuerpo».
«Volver a hacer la Santa Fe-Coronda es algo increíble, pensé que no iba a volver a correrla, tenía pensado más volver como guía, pero no es lo mismo. Se disfruta igual, pero la sensación que uno tiene al llegar a Coronda es otra. Además, me volví muy contento de Coronda, porque la gente me brindó su apoyo, su aliento, todos me veían y me saludaban. Fue muy lindo volver a eso, obviamente a pesar de todo el esfuerzo que hay que hacer, pero que luego tuvo su recompensa», concluyó.
fuente: uno Santa Fe
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