La fecha que recuerda la resurrección de Jesucristo es el evento más importante para los cristianos en lo que respecta a la vida de Jesús
La Pascua y el perdón
¿Qué debemos entender acerca de la Pascua del Nuevo Testamento? Los hijos de Dios que celebran la Pascua del Nuevo Testamento recuerdan cada año que Cristo ofreció su cuerpo y su sangre para que nuestros pecados fueran perdonados.
Jesucristo pagó la pena de muerte que nosotros merecíamos por nuestros pecados y se convirtió así en nuestro sacrificio mediador para que fuéramos perdonados. Éste es un tema fundamental en toda la Biblia y en el plan de salvación de Dios.
Un resumen del apóstol Pablo evidencia el resultado de la Pascua del Nuevo Testamento: fuimos esclavos del pecado y ahora somos siervos de la justicia (Romanos 6:17-18).
Por eso siempre agradecen y alaban a Dios por el sacrificio de Cristo que los libertó del pecado y la muerte.
Seguir el ejemplo de Cristo en la Pascua
Cada año, los hijos de Dios recuerdan estas cosas cuando celebran la Pascua del Nuevo Testamento. Se comprometen de nuevo con el nuevo Pacto. Recuerdan que “nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros” (1 Corintios 5:7). Cumplen con el mandato de Cristo de “lavarse los pies los unos a los otros” (Juan 13:14) y por lo tanto, aprenden a servir haciendo lo mismo que Él hizo, perdonar, amar, servir.
“Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Asimismo, tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí” (1 Corintios 11:23-25).
Juan 11:25-27
dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente.
PLAN DE SALVACIÓN
Yo he pecado
(Romanos 3:10, 23)
«No hay justo ni aún uno»: «por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios
Dios me ama
«Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna».
- Cristo murió por mi (Romanos 5:8)
«Y Dios muestra su amor por nosotros en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros».
Le recibo a Él
(Juan 1:12)
«Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios».
Tengo vida eterna
(Juan 5:24)
«De cierto, de cierto os digo:
El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, más ha pasado de muerte a vida
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