El Accidente Cerebrovascular (ACV) –también conocido como ataque cerebral o stroke– es una patología frecuente, considerada emergencia médica severa, que compromete al tejido cerebral y suele tener consecuencias graves, incluida la muerte súbita.
Recibe ese nombre porque afecta al cerebro y los vasos sanguíneos que lo irrigan.
Ocurre cuando una parte del cerebro deja de recibir irrigación sanguínea, o ésta se reduce e impide que los tejidos (las neuronas) absorban oxígeno y nutrientes, lo que provoca la muerte de las células en pocos minutos: como las neuronas no se reproducen ni reponen, se produce daño cerebral permanente y otras complicaciones orgánicas serias.
La definición tradicional de ACV es clínica: está basada en la pérdida brusca de la función neurológica focal por infarto –necrosis del tejido cerebral debida a la falta de sangre– o hemorragia –derrame sanguíneo por ruptura vascular– en una zona importante del cerebro, la retina o la médula espinal.
En la próxima hora habrá cerca de 15 personas que tendrán un ACV en nuestro país, es decir a razón de 1 cada 4 minutos: lo paradójico es que la gran mayoría de esos casos podría haberse evitado.
Principales síntomas del ictus
Los principales síntomas del ictus son:
- Alteración brusca en el lenguaje, con dificultades para hablar o entender.
- Pérdida brusca de fuerza o sensibilidad en una parte del cuerpo. Generalmente afecta a una mitad del cuerpo y se manifiesta sobre todo en la cara y/o en las extremidades.
- Alteración brusca de la visión, como pérdida de visión por un ojo, visión doble o incapacidad para apreciar objetos en algún lado de nuestro campo visual.
- Pérdida brusca de coordinación o equilibrio.
- Dolor de cabeza muy intenso y diferente a otros dolores de cabeza habituales.
- Pueden aparecer varios de estos síntomas, aunque uno solo es motivo suficiente para llamar a Urgencias.
Según la Organización Mundial de Salud, la principal causa de muerte a nivel mundial son las cardiopatías isquémicas, seguidas por los accidentes cerebrovasculares, que en 2019 ocasionaron casi 6,2 millones de fallecimientos.
El ACV tiene una tasa de mortalidad del 40%, lo que equivalía en 2019 al fallecimiento de unas 52 mil personas en Argentina, y 6 millones 190 mil en todo el mundo.
El ataque cerebral afecta las facultades vitales en adultos alrededor del Planeta al punto de que, de cada:
- 8 personas que han sobrevivido a un ACV,
- 5 experimentan algún tipo de discapacidad permanente.
El accidente cerebro vascular es la 2ª causa de muerte en todo el mundo, y la 1ª de discapacidad parcial o total: 4 de cada 10 personas que tienen un ACV, mueren dentro de las 24 horas.
Los accidentes cerebrovasculares suceden con mucho más frecuencia entre los adultos mayores que entre los jóvenes debido a que los trastornos que los provocan tienen una mayor incidencia con el paso del tiempo.
Más de 2 de cada 3 accidentes cerebrovasculares se presentan en personas mayores de 65 años.
Un accidente cerebro vascular puede caracterizarse de 2 formas diferenciadas:
- Ictus isquémico cerebral, retiniano e infarto medular.
- Ictus hemorrágico intracerebral y subaracnoideo.
El ACV no es una patología infecto-contagiosa: no se transmite por virus o bacterias, pero sí puede heredarse la propensión a sufrir la enfermedad, y a medida que la edad avanza, la incidencia es mayor.
FACTORES DE RIESGO
Entre las numerosos precedentes que pueden contribuir a que se desencadene un ACV se destacan 3 tipos principales:
1. Estilo de vida
- Sedentarismo y falta de actividad física
- Sobrepeso u obesidad
- Colesterol alto (hipercolesterolemia)
- Tabaquismo
- Consumo de alcohol en exceso
- Abuso de drogas
- Estrés psicosocial
- Depresión
- Tensión laboral
- Exceso de trabajo
2. Condiciones clínicas
- Genética, en personas con antecedentes familiares de
- Vasculopatías (enfermedades de los vasos sanguíneos)
- Infarto del miocardio (ataque cardíaco)
- Accidente isquémico transitorio
- Diabetes mellitus (DBT) y diabetes resistente a la insulina
- Enfermedades cardiovasculares:
- Hipertensión arterial
- Insuficiencia cardíaca
- Fibrilación auricular
- Arritmias
- Persistencia del foramen oval
- Patologías valvulares cardíacas (valvulopatías)
- Infecciones
- Apnea obstructiva del sueño
- Migrañas
- Ciertos anticonceptivos orales
- Terapia de reemplazo hormonal
- Infección por COVID-19
3. Circunstancias individuales
- Edad: el riesgo de se incrementa después de los 55 años de edad
- Etnia: las personas de raza negra padecen más ACV que las de otras
- Sexo:
- Los hombres tienen más riesgos de sufrir un ACV que las mujeres
- Las mujeres que tienen un ACV corren más peligro de morir que los hombres
Desafortunadamente los factores de riesgo como los antecedentes genéticos, haber experimentado un ACV o un AIT, o las circunstancias individuales (en particular la edad), no pueden modificarse y por ello debe prestarse una particular atención a la aparición de síntomas que indican la presentación de un ictus para que pueda ser tratado de inmediato.
FUENTE: fucac.org
Comentarios sobre esta publicación