Durante el verano las altas temperaturas aumentan las probabilidades de padecer deshidratación y algunas enfermedades. Especialmente los bebés, niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas, son más propensos a sufrir cuadros como intoxicaciones, golpes de calor y diarreas.
Cuidados durante el verano
Durante el verano las altas temperaturas aumentan las probabilidades de padecer deshidratación y algunas enfermedades. Especialmente los bebés, niños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas, son más propensos a sufrir cuadros como intoxicaciones, golpes de calor y diarreas.
El verano en general es momento de relax. Muchos aprovechan para hacer cosas que quizá durante el año no lo pueden hacer. Además, tenemos más tiempo para ocuparnos de nosotros y mejorar nuestros hábitos de vida. Para cuidarnos saludablemente y poder disfrutar del verano y las vacaciones, tenemos que prestar especial atención en los siguientes aspectos:
Actividad Física: El mejor horario para entrenar es bien temprano a la mañana o a última hora del día. Evitar la hora de máximo sol (entre las 10 y 17 horas). El calor reduce el rendimiento y puede producir efectos adversos en el cuerpo. Es fundamental hidratarse antes de comenzar el entrenamiento, también durante el mismo se recomienda tomar pequeños sorbos cada 20 minutos, y después de la actividad física reponer el líquido equivalente al peso perdido durante el ejercicio.
Golpes de calor: se da por el exceso de calor en el cuerpo, generalmente como consecuencia de la exposición prolongada a altas temperaturas. Si no se trata a tiempo puede ocasionar daños en cerebro, corazón, riñones y músculos. Para evitarlo debemos disminuir la exposición al sol, usar ropa de colores claros, usar sombrillas y sombreros y colocarse protector solar con los filtros adecuados. Permanecer en sus hogares, evitar salir en horas de mucho calor y mantener frescos los ambientes
Alimentación: El verano puede ser una buena época que anima a mejorar tu alimentación. Con el calor se desea comer más preparaciones con menos calorías y hay una gran variedad de alimentos de temporada que pueden hacer los platos más vistosos y ricos. Para lograr esto es fundamental la planificación de las comidas y con eso las compras. Si compramos mal, comemos mal.
En la planificación de las comidas, se debe tener en cuenta alimentos frescos como frutas y verduras de estación, huevo, legumbres y carnes bien cocidas, haciendo especial hincapié en el lavado y manipulación de las preparaciones para evitar intoxicaciones alimentarias.
Es necesario extremar al máximo el cuidado de los alimentos con el objeto de evitar trastornos que se originan por consumir los alimentos en mal estado. Una de las causas puede ser la inadecuada conservación y manipulación de las preparaciones. Por lo que debemos preparar lo justo, y conservar bien refrigerado. Para mantener la limpieza es importante lavarse las manos antes de preparar alimentos y con frecuencia durante su preparación, al tocar alimentos crudos y luego los listos para consumos, después de ir al baño, tocarse la piel y luego de tocar el recipiente de residuos.
Lavar y desinfectar todas las superficies y equipos usados en la preparación de alimentos y proteger los alimentos y las áreas de cocina de insectos y animales. También hay que separar alimentos crudos de los ya cocinados, separar las carnes rojas, la carne de ave y el pescado crudos de los demás alimentos. Utilizar equipos y utensilios diferentes, como cuchillos y tablas de cortar, para manipular alimentos crudos del listo para consumir. Conservar los alimentos en recipientes cerrados con tapa para evitar el contacto entre los crudos y los cocinados y en lo posible guardar las carnes crudas por debajo de los listos para consumir.
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