Conocer al otro desde sus inicios, momentos, historias y porque damos lo que tenemos y somos lo que fuimos construyendo a lo largo del camino. Hoy entrevistamos a LUISA GIMENEZ: Locutora Nacional, Corredora, Maratonista, Llegadora de distancias y coleccionista de momentos, como ella misma se describe.
Contanos tus inicios, ¿hace cuánto estas en la radio?
El próximo 6 de diciembre se van a cumplir 33 años desde que inició mi carrera, más de la mitad de mi vida porque tengo 50. Con apenas 17 años, recién egresada de la escuela secundaria, se me dio la posibilidad de poder entrar en LT23, mis proyectos eran otros, quería seguir estudiando en el nivel de terciario un profesorado de historia. Un amigo de la infancia que tenía contacto con gente de la radio me dice “Luisa, ¿por qué no te presentas en la radio y pedís la posibilidad de ser parte?”, a todo esto, yo me desempeñaba bien en presentar los actos en la escuela, leía bien, me gustaba hablar bastante. Me animé, me presenté a la radio, en ese momento estaba Leo Caballera era uno de los dueños de LT23, le conté mis ganas de hacerlo, me dió la posibilidad junto a su papá Rubén Caballera. Comencé mis prácticas desde cero, con grandes profesionales como Ezequiel Gonales y Nancy molina todo un emblema de la radiofonía acá en la región en este edificio con grandes profesionales, estuve 3 meses, en diciembre empecé a trabajar y a las tres semanas tuve mi viaje de egresados a Bariloche. Cuando volví, seguí trabajando. Todo eso aún en quinto año sin ser una locutora profesional.
En ese momento, quien regía los medios era el Comité Federal de Radio COMFER, que exigía que quienes estén delante de un micrófono tengan la habilitación de un título, se pasaba por un examen a nivel provincial que se tomaba en el COMFER de Santa Fe donde te otorgaban una licencia de Locutor Local (ya no existe, te hablo de mil años atrás). Fui a rendir, conseguí la habilitación y cuando tuve 4 años de antigüedad, el ISER, Instituto Superior de Enseñanza, Radio y Difusión tomaba los exámenes para otorgar los títulos de locutores nacionales, que eran exámenes federales; fuimos a rendir con un material que ellos nos enviaban previamente, lo estudié, me presenté en el 97’ y obtuve el título de Locutora Nacional. Trabajé ininterrumpidamente en LT23.
Todo esto fue un sueño, yo no lo percibí, si lo hizo mi compañero, que me decía que creía que iba a ser una gran locutora, yo era la que no veía que tenía la llama de la radio encendida. Cuando me instalé, nunca dudé que la radio era lo que yo quería para mí, pasé desde compartir que iba a casarme hasta tener a mis nietos con la audiencia, con la gente de la radio que iba y venía… muchos hoy están, otros no, y siempre me río y digo » yo toqué con todos», fui la locutora de todos los que estan y los que no.-
Cuando hablas de esta familia, ¿Cómo está constituida?
Mi esposo, mis tres hijas; una de 26 años, Camila, que es mamá de Juan, mi nieto; Celina de 18 años y María Paz de 14 años. Esa es mi familia, mi mundo. También están mis hermanos, mi viejo. Tengo una familia muy hermosa y muy unida.
Esta historia que nos estabas contando nos lleva puntualmente a que hoy también te encuentres, dando un poco de todo lo que hiciste, entregando lo que sos y de lo que representas para la radio, en talleres de formación.
¿Sabés? Eso me sigue aún sin habérmelo propuesto, es más, yo siempre digo que la vida te da señales o te pone en el camino cuestiones como para que reflexiones acerca de las dudas que tengas. Creo que eso me pasó a mí. Este año lo arranqué sintiendo que mi historia con la radio estaba terminando, como que sentía que ya no tenía nada más para dar, porque los años pasan, se estaba afectando mi sensibilidad a través de los días a la hora de informar, todo lo de la pandemia… bueno, yo siempre digo que estoy vieja también. Pero después pensaba “¿será tiempo de que dé un paso al costado, que le deje el lugar a alguien más, con más vitalidad y ganas?” y me aparece lo del taller, que me lo proponen desde Idear Comunidad, mi querido amigo Pablito Noriega; la Doc. Baldani, tuve que buscar cómo preparar un taller, cómo abordarlo, cómo hacerlo y me encantó como se encaró, más que nada porque estaba auspiciado por Secretaría de Género y Disidencia y yo tengo cierto compromiso con el feminismo y las disidencias. Lo tomé en un primer momento como un espacio para que circule la palabra y a partir de ahí, poder identificar alguna problemática que alguna mujer tenga contenida y la podamos ayudar, porque detrás de estos talleres hay un equipo interdisciplinario integrado por trabajadores sociales, abogados, asistentes terapéuticos que podrían ayudar. No se dió en su totalidad pero sí se formó un grupo muy lindo de mujeres que tienen el sueño de radio, yo nunca me imaginé que, por ejemplo, en San Genaro, cuando lanzamos la propuesta, una vez por semana, se inscribieran 20 mujeres; claro que después el número se va achicando por cuestiones de horario o no encuentran lo que buscan, pero aun así quedaron 11 mujeres de distintas edades que tienen el sueño de hacer radio, de tener su programa, de ser locutoras… estos talleres no son de tipo académico, sino que soy yo intentando enseñar radio según mi óptica, la de Luisa Giménez, que es lo único que puedo hacer porque es lo único que conozco.
«Intento enseñar radio según mi óptica, la de Luisa Giménez, que es lo único que puedo hacer porque, es lo único que conozco».
ISin duda es un privilegio para ellas como oyente. A todo esto, ¿puede ser posible que este taller también esté en otros lugares?
A mí se me encendió la llamita porque cuando estábamos arrancando con este taller, me llegaron un montón de consultas para poder traerlo acá y hacerlo mixto, para hombres y para todas edades, porque este específicamente es para mayores de 18 años. Para mí fue una experiencia muy linda. Igualmente, creo que por más trayectoria que tenga uno, siempre continúa aprendiendo; seguramente haya más de una persona que pueda hacer mi trabajo mejor que yo, eso es algo que siempre me gustó en esto, y es algo que intenté trasmitirles a las chicas, les dije “¡ustedes tienen que ser diez veces mejor que yo!”
Me encantaría ir a Gálvez. Una de las cosas de la radio es que uno después sabe cómo moverse como en casa, Gálvez es una ciudad que a nosotros siempre nos ha querido mucho, incluso de ahí son un gran número de nuestros oyentes junto a Cañada de Gómez, Totora, ni hablar de las zonas rurales. A veces uno repite constantemente “el pasto crece mejor en el campo de al lado” o “nadie es profeta en su tierra”, sin embargo, yo quiero resaltar el cariño, el respeto y la admiración que yo recibí de estas mujeres me para en otros lugares, y pienso en lo que yo decía a principios de año, y digo “tengo mucho para dar todavía”. Así que ahí estamos.
Sin duda me parece que es un tiempo de cosechar eso que se sembró y de que lo puedas disfrutar, Luisa. Ahora, también queremos saber cómo nace la parte maratonista.
Me recibí hace un año de maratonista. Si bien la palabra “maratón” está empleada a las carreras, la maratón en sí es la carrera que tiene la distancia madre, que son los 42 kilómetros 145 metros. Yo la corrí en diciembre de 2021, la Internacional al monumento de la bandera que es tradicional, pude completarla y me recibí. Las otras instancias, que les decimos maratones, pero en realidad son carreras de 10, de 5, de 15… Eso nace porque soy una persona que no realizó actividad física jamás, recién a los 47 años me plantee eso de una vida más saludable, dejar el cigarrillo. Yo no tenía problemas de salud, pero quería estar bien. Empecé caminando, como lo hace todo el mundo, hasta que vi a gente correr en los corredores y yo quería hacer eso, y en la soledad, comencé a probar hacerlo cuando caminaba, fui corriendo 500m, después 1km, 3km, 4km. Habiendo empezado en febrero de 2019, en abril ya estaba corriendo mis primeros 10km en Casalegno, y para que se den una idea, cuando fui, tuve que preguntar cómo se usaba el reloj que me dieron en el kit. Fue una carrera por mes, fui mejorando el tiempo, sin entrenador, y después de la pandemia me animé a los 42km. De todas formas, estuve 5 horas para completarlo, corriendo y trotando consecutivamente; no es el mejor de los tiempos, pero siempre está la posibilidad de ir mejorando. Fue una meta cumplida, yo guardo esa medalla con tanto amor, lo considero una batalla ganada.
Para mí es una filosofía de vida, porque mientras corrés, te vas replanteando un montón de cosas, lo que dejas atrás, lo que querés por delante. Posterior a esto, yo había quedado bastante deteriorada físicamente, tuve que dejarme en manos de un entrenador, y es ahí cuando ingreso a un club de atletismo en Rosario “Cronos Atletismo”, que tiene un entrenador de primera, un corredor y atleta de élite, así como compañeros que son muy buenos corredores, y empiezo a entrenar con ellos. Mi objetivo es poder volver a hacer los 42 el año que viene.
PODEMOS DECIR QUE TE SENTIS EN UN GRAN MOMENTO?
Hoy me siento muy bien posicionada, a mí los 50 me trajeron la claridad de saber que es lo que quiero, en lo profesional estoy muy contenta, muy cómoda, linda audiencia un gran equipo y buenos compañeros, amo este trabajo en lo deportivo, es hoy, mi filosofía de vida y en lo familiar acompañando en lo que puedo, a veces me sale a veces no me sale y con un nieto hermoso, me siento plena.
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