El jefe del cuerpo activo, Gastón Zursmitthen, compartió unas palabras en este día especial, resaltando el valor del reconocimiento colectivo:
“Es un día de reconocimiento para todos los bomberos: los que estamos hoy, los que estuvieron y los que van a venir. Porque todos aportamos a la comunidad desde un lugar que no es fácil, y sin embargo año a año seguimos teniendo personas que se suman, desde cadetes hasta aspirantes, eligiendo este estilo de vida tan particular que nos llena de orgullo”.
Con casi 30 años de servicio y 15 como jefe, Zurschmitthen resumió el espíritu que mueve a cada integrante del cuartel:
“El lema que nos representa es sacrificio, valores y abnegación. Son principios que practicamos todos los días, dentro o fuera del cuartel. Porque donde estemos, seguimos siendo bomberos”.
Luego tomó la palabra el suboficial Ricardo Mainardi, quien forma parte del cuerpo desde los 13 años:
“Esto se siente desde chico. Más allá del uniforme, somos una familia, y también parte de la gran familia del pueblo. Estamos siempre listos para ayudar a quien lo necesite”.
Con 22 años dentro del cuartel, Ricardo resaltó el valor del compañerismo:
“Ser bombero es también ser humano, ser padre, estar en situaciones difíciles y nunca dejar de ser parte del otro”.
Finalmente, el presidente de la institución, Facundo Del Bianco, destacó la evolución del sistema bomberil a lo largo del tiempo:
“El avance en seguridad y equipamiento ha sido enorme, pero lo más importante sigue siendo ese conjunto de valores que se forma desde cadete: el compromiso, la solidaridad y el espíritu de servicio. Eso es lo que realmente mueve a los bomberos”.
El día se vivió con emoción desde temprano, con la tradicional ofrenda floral en el cementerio, visitas a jardines y actividades recreativas en el cuartel, cerrando con una cena entre compañeros, como cada año.
En tiempos donde el voluntariado se pone a prueba, en Gálvez el compromiso sigue más firme que nunca. Y eso, sin dudas, es motivo de celebración.