En un clima de emociones compartidas y fuertes lazos construidos a lo largo del año, el Rotary Club Gálvez celebró este jueves 30 de mayo una cálida cena de despedida para los estudiantes intercambistas que formaron parte del programa internacional de Rotary en la ciudad.
La velada se realizó en la sede del club, con la presencia de familias anfitrionas, autoridades rotarias, invitados especiales y los propios jóvenes que, luego de meses de integración y experiencias compartidas, se preparan para regresar a sus países de origen.
“Hoy no es una despedida, sino una celebración de todo lo vivido, de los vínculos que se crearon y del impacto positivo que deja este programa en nuestras comunidades”, expresó el presidente del Rotary Gálvez, Eduardo Díaz Colodrero, en su mensaje de bienvenida.
Voces que inspiran
Durante la cena, tomaron la palabra las jóvenes Carlotta Tenore de Italia, Audrey Bourque de Canadá y Lene Mueller de Alemania, quienes compartieron con emoción sus vivencias en Gálvez, agradeciendo el cariño recibido, la calidez de las familias que las alojaron y el acompañamiento de Rotary
“Gálvez ya es parte de mi historia. Me llevo amistades, costumbres y un pedazo de corazón argentino conmigo”, expresó Carlotta, visiblemente emocionada.
Audrey, por su parte, destacó lo enriquecedor del intercambio cultural: “Aprendimos a ver el mundo con otros ojos, y eso es un regalo que nos llevamos para siempre”. Lene también agradeció el esfuerzo de cada persona que hizo posible su estadía: “No solo aprendimos un idioma nuevo, sino una forma distinta de convivir, de pensar y de sentir”.
Un puente entre culturas
El encuentro incluyó momentos musicales, palabras de las familias anfitrionas y una cena especialmente preparada para la ocasión, que cerró con abrazos, lágrimas y promesas de reencuentro.
Desde el Rotary destacaron la importancia del Programa de Intercambio de Jóvenes, que año tras año permite a adolescentes de todo el mundo vivir una experiencia transformadora, promoviendo la paz, la tolerancia y el entendimiento internacional.
“Estos jóvenes se convierten en embajadores de paz, en puentes entre culturas. Nos enorgullece haber sido parte de su crecimiento”, concluyó Díaz Colodrero.
La noche fue testimonio del espíritu rotario: servir, unir y construir, desde lo local hacia el mundo.
Nota el video: https://youtu.be/pAXBPQ_aPIU?si=jRYUhJGilT6SUriZ